La zona de confort, a menudo confundida con un espacio seguro, es en realidad una jaula que reprime el crecimiento y susurra mentiras engañosas para mantenerte estancado. El progreso se siente desafiante porque la mente se resiste al cambio y se aferra a la familiaridad. Sin embargo, salir de esta zona reconecta su cerebro para el éxito con cada pequeña acción tomada hacia la incomodidad. Enfrentar los miedos a través de conversaciones o decisiones que ha evitado rompe las barreras mentales y conduce a un crecimiento transformador.